Se bedijerón las Biblias de los niños de primer año de preparación para la Confirmación y Comunión. La palabra de Dios debe ser el alimento diario para todo creyente. Escucharla, meditarla y luego ponerla en práctica debería ser nuestro anhelo cotidiano. Queremos que nuestro niños se familiaricen con su lectura. Invitamos a las familias a incentivar la lectura orante de la Palabra de Dios en los hogares.
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